miércoles, 31 de julio de 2013

33.

Hope salía de la universidad tras dejar la carta en la que anunciaba que iba a dejar los estudios por otros asuntos. Se montó en el coche y lo arrancó para ir a su casa. Antes de llegar recibió un mensaje de su padre. "Ve a por tu hermana. Esta en casa de los Smith". Hope resopló. No quería encontrarse con Louis pero no podía dejar a su hermana tirada. Hope solo pensaba en que los chicos se hubieran ido y que Ana estuviera en la acera esperando.
Aparcó el coche justo detras de la furgoneta de los chicos. Hope se golpeo con suavidad la cabeza con el volante.
-Mierda- bufó.
Cogió el movil y llamó a su hermana. No lo cogió. Volvió a llamar pero tampoco la hizo caso. Hope salió cabreada del coche y llamó al portero.
-¿Si?- preguntó Susan desde dentro.
-Soy la hermana de Ana. ¿Puede decirla que salga?
-Si. Pasa mientras tanto.

Hope suspiró. No quería ver a Louis. Entró en la casa y se encontró de frente con Louis quien recogía las herramientas.
-¿Vamos?- preguntó Ana.

Hope afirmó con la cabeza y volvió a fuera de la casa junto a su hermana. Louis fue a la furgoneta para dejar allí la caja pero eso era solamente una excusa para poder ver a Hope.

Laura había terminado de comer y subió a su cuarto para poder estudiar un poco. Se puso en la mesa y comenzó a pasar apuntes a limpio de historia. De vez en cuando miraba el móvil para ver si había novedades. Siempre había pero nunca la interesaba. Se volvió a centrar en los apuntes. La Primera Guerra Mundial le parecía aburrida pero tenía que pasar los apuntes si o si. Los tenía con una letra mala y muy sucios. Suspiró y cogió el móvil. Un mensaje de Liam.
"Es miercoles y no se nada de tí desde el sábado. ¿Que tal?"

Laura sonrió como una niña tonta.
"Muy bien. ¿Y tú?"
"Bien. El viernes podíamos quedar para ir a dar una vuelta. O podíamos ir al cine. Lo que quieras".


Laura volvió a sonreir. Nunca había sentido algo así por un chico. Liam era especial.
"Podiamos ir al cine".
"Vale. Yo invito".
"Tú las entradas y yo las palomitas, ¿vale?".
"Esta bien"


Cuando Laura iba a dejar el móvil para volver a estudiar llegó otro mensaje de Liam.
"Por cierto, tenemos que hablar".

Eso a Laura le extrañó.
"¿De qué?"
"El otro día, en tu fiesta de cumpleaños, nos besamos. ¿Eso que significa?"


Laura soltó una carcajada. Se estaba imaginando a un Liam rojo de la vergüenza, como los primeros días que estuvieron quedando, por aquella pregunta.
"No lo se".
"Pues tenemos que aclararlo. ¡Esto me esta matando!"

Otra carcajada por parte de Laura. Le respondió y dejó el movil de lado. Pero Liam, que estaba comiendo junto a los otros chicos releyó el mensaje varias veces.
"Me gustas mucho" decía el mensaje de Laura.
"Tú tambien me gustas. ¿Por qué no intentamos algo serio?"

Liam dió un mordisco a la hamburguesa que tenía entre las manos. Su movil sonó otra vez y, por la respuesta de Laura, sonrió.

Zayn estaba en su casa esa tarde. Paul le había visto muy poco centrado en el trabajo y le dio la tarde libre. Zayn estaba tumbado en la cama de matrimonio pensativo. ¿Que le pasaba? ¿Por que se sentía tan mal? El moreno no paraba de suspirar. Tenía que encontrar una solución. Había algo que su conciencia no podía tolerar. Intentó pensar qué era esa cosa. ¿Los chicos? No. ¿Su familia? Tampoco. ¿Karen? Ni hablar. ¿El trabajo? Menos. ¿Lucía? Una punzada en su estómago le hizo saber que si. Lucía era el problema. ¿Por qué? Solo quería un polvo. Uno y se acabó. Él era así. Solo había tenido una novia en su vida y esa fue Karen. Y la había puesto los cuernos muchas veces. Otra punzada en su estómago. Pero... ¿Que ocurría con Lucía? No. No podía sentir nada por ella. Cuando se conocieron siempre discutían. Es más, hubo un momento en que la odió. Ella llamó moro a Zayn en una ocasion. Luego se disculpó y luego... Luego Zayn lo dejó con Karen definitivamente. ¿Lucía Smith tuvo algo que ver con eso? Luego la invitó a cenar y ella se negó a que Zayn pagase su parte. No quería. El moreno recordó que sintió una sensacion extraña aquella noche. Él quería pagar todo. ¿Eso significa algo? Después Paula llamó a su hermana para decirla que estaba detenida y Lucía se mareó. Zayn se preocupó en que la camarera la diera algo de azúcar. ¿No quería verla enferma? Y luego la ayudó a sacar a su hermana de allí. Tenía que hacerlo. ¿O quería hacerlo? Zayn cerró los ojos y volvió a suspirar. Otra punzada. Luego esta el día que la dejó la chaqueta fuera de la discoteca. Nunca le había dado la chaqueta a una chica si eso significaba que él tenía que pasar frio. Luego la abrazó para asegurarse de que ella estuviera calentita. ¿Eso significaba algo? Y luego empezaron los besos. Un beso tras otro. Gastó los cincuenta besos en tres días. Y no todos fueron besos cortos. Hubo besos largos. Muy largos. Y lo último ocurrió la pasada noche en la discoteca cuando Zayn ligó con Nicole. Hubo un rato en el que se imaginaba que Nicole era Lucía. Imaginarse eso le gustó. Zayn volvió a suspirar. Y luego cuando apareció Lucía quiso que la otra chica desapareciera. Pero le dio un teléfono. Zayn se mordió el labio. Quiza podía llamar a Nicole para que viniera a casa. Se levantó de la cama y buscó el número. Cuando lo tuvo sacó el móvil y marcó. Dio el verde. Despues al rojo. Y de pronto Zayn se encontraba en la cocina haciendo añicos el papel y tirandolo a la basura. ¿Eso significaba algo? Si. A Zayn le gustaba Lucía. No solo para un polvo.

lunes, 29 de julio de 2013

32.

Hope llegaba a la entrada de la discoteca en la que estaba Louis. Este estaba en la puerta con una sonrisa esperandola. Otra vez se veían.
-Hola- dijo Hope con una sonrisa mientras se acercaba.

Se dieron dos besos y Hope miró el cubata que el chico tenía en la mano.
-¿A estas horas ya estas bebiendo?- preguntó ella mientras se reía.
-Es para ir calentando.

Más risas. Pero Louis recordó por qué estaba allí Hope. Ella quería hablar. Se lo había dicho por mensaje. ¿Querría ella volver con él? Louis estaba nervioso.
-¿Por qué querías hablar conmigo?

Hope le mira.
-Es algo que lleva varios días devorándome por dentro- le contestó.

Louis y Hope se apartaron un poco de la entrada del local y fueron a un banco. Se sentaron y Louis la miró con una sonrisa. Era el momento.
-Tenía que hablar de esto contigo- dijo Hope-. Mi padre quiere hacerme entrar en razón pero te necesito a ti.

Louis empezó a sentirse nervioso. Hope lo había dejado claro. Había hablado con su padre de él y necesitaba volver con él aunque su padre no quisiera.
-¿Que ocurre?- preguntó Louis.

"Dilo. Dilo ya, Hope" pensaba el muchacho mientras se mordía el labio. "Dilo". Hope sonrió.
-¿Crees que podría ganar El Guante de Oro?

Louis quitó la sonrisa que tenía en la cara y mira a la chica.
-¿Qué?
-El Guante de Oro es una competicion de boxeo nacional. Es muy importante. Pero tendría que hacer muchos sacrificios- dijo ella-. Tendría que entrenar más, tendría que viajar mas, dejar la universidad...

Hope siguió enumerando mientras contaba con los dedos los sacrificios pero fue cortada por Louis.
-No.
-¿No?- preguntó la chica.
-No, no participes.
-Pero... ¿Por qué?
-Sigo enamorado de ti.

Louis lo soltó fácilmente. Había sido sencillo decirlo. Pero... ¿por que lo dijo en ese momento? Quizá pensaba que así Hope caería rendida a sus pies.
Hope le miraba. ¿Él seguía enamorado de ella? Había pasado mucho tiempo desde que cortaron. Le empezó a mirar a los ojos. Esos ojos azules le miraban casi sin pestañear. Louis no quería perderse nada de la reaccion de Hope ante su sinceridad.
-Aceptaré la invitación- dijo Hope finalmente.
-¿Que?- preguntó Louis con mala cara. Su mundo se acababa de caer y se había hecho añicos-. ¿Por qué?
-Por ti.
-¿Como?

Louis no entendía muy bien eso. ¿Por él iba a participar en un campeonato que había dicho que no participase?
-Si. Tendré que entrenar más y viajar. Así no nos veremos tan a menudo. Te será más fácil olvidarte de mí.
-Yo no quiero olvidarme de ti.
-Louis, va a ser lo mejor para ti.

Después de esto, Hope se levantó del banco y se fue sin despedirse. Louis se bebió su copa de un trago. El líquido estaba amargo pero no tanto como esa sensación que estaba sintiendo al ver a su amor alejarse de él.

Zayn miraba a la chica morena con la que se había apartado un poco. Ya llevaban unas cuantas copas y el plan del moreno estaba en marcha aunque la chica no iba a poner ninguna excusa para no ir al apartamento. Los dos querían. Zayn pensaba en Lucía pero daba igual. No se iba a enterar. Aunque también le gustaría que fuese ella quien estuviera allí, entre sus brazos dandole besos en el cuello.
-¿Y cuando nos vamos?- preguntó ella.
-En un rato, Nicole- le contestó ella-. ¿Otra copa?
-¿Para que me quieres emborrachar tanto si yo tambien quiero acostarme contigo?
-Si bebes no te acordarás mañana y así no te arrepentirás.

Nicole soltó una carcajada y despues le besó en los labios pero Zayn la apartó con rapidez. Había visto como Lucía, junto a Paula, Laura y Ana, bajaba por las escaleras de la entrada a la discoteca.
-Fuera- dijo Zayn.

Nicole le miró mal, luego giró la cabeza y vio a la chica. Sonrió.
-¿Es tu novia?
-No- respondió Zayn seco mientras ponía distancia entre los dos cuerpos.

Nicole se rió.
-Se compartir- dijo- pero ahora no quiero buscarme un lio. Te daré mi movil y me llamarás cuando quieras.

Zayn la miró y se iba a ir de allí pero Nicole metió un papel en su bolsillo de su pantalon. El moreno puso una mueca y caminó hasta los chicos que estaban hablando con las chicas. Zayn se acercó por la espalda a Lucía y la abrazó por la cintura.
-No sabía donde estabas- dijo Lucía tras ver que era él.

El chico solo puso una sonrisa falsa y la besó.
-Estaba en el baño- susurró despues a su oído.
-Vale- dijo Lucía distraída.

Ella no había ido esa noche para ver a Zayn, sino para conocer al chico que le había robado el corazon a su amiga Ana. Buscaba con la mirada algun que otro chico de su misma edad que fuese guapo.
-¿Quien es?- preguntó Paula, que hacía lo mismo que su hermana.
-¿A quien buscais?- preguntó Niall.
-A un chico- respondió Laura mientras va a Liam para saludarle.
-El que le gusta a Ana- completó Lucía- ¿Es ese?- preguntó señalando un chico de pelo castaño.

Ana negó con la cabeza.
-No esta aquí- mintió.

Ana no quería decir quien era. No. Además no estaba muy segura de que ese chico le gustase. Solo había sentido celos de su prima.
-¿Estas mejor?- preguntó Niall a Ana.
-Si.

Esa contestación hizo que Niall sonriese y Ana observó su sonrisa. Quizá para otra persona no significase mucho pero a ella si. Era perfecta. Ana sonrió tambien.
-Me alegro- susurró Niall.
-Gracias.

Harry se sentaba en uno de los taburetes que rodeaban la mesa alta que todos rodeaban. Miraba mal a Zayn. La chica rubia que se había apropiado se había ido junto a la morena de su amigo. Enterró su mano en sus rizos para apartarlos de su cara. Estaba enfadado pero vio a las chicas. Lucía con Zayn, Laura con Liam y Niall junto a Ana y Paula. Tocó el hombro de esta última. Ya que la chica rubia se había ido podría divertirse vacilando a Paula.
-Hola- dijo con una sonrisa.

Paula le ignoró. No tenía ganas de hablar con él.
-¿Qué tal?- insistió Harry.
-Bien- Paula volvió a centrarse en la conversación de Ana y Niall.
-¿Estas de mal humor?

Paula le miró.
-Siempre que te veo estoy de mal humor. Vete con otra a darla la tabarra.
-¿Con otra? Tú no quieres eso.
-¿No? ¿Por qué?
-Te pondrías celosa.

Paula suelta una carcajada y le mira fijamente.
-Yo nunca estaré celosa de las chicas con la que te acuestas.
-No intentes engañarme, Paulita.
-No me llames así. Y no, no te estoy engañando. Es la verdad.

Harry puso una sonrisa burlona en su cara pero luego la quitó.
-¿Has tenido algún problema con Brad?

Paula puso los ojos en blanco. Se lo llevaba preguntando desde hacía una semana. Harry estaba siendo muy pesado en ese aspecto.
-No. Gracias- susurró ella borde.
-Encima que me preocupo por ti- contestó Harry poniendo de nuevo la sonrisa burlona en la cara.
-No necesito que te preocupes por mi.

31.

Luces, humo y música. Todo aquello rodeaba a los chicos en la discoteca a la que solían ir. Tenian los cinco una copa en la mano.
-¿Y sois empresarios?- preguntó una rubia.
-Si- dijo Zayn sonriente.
-Que guay- dijo otra chica, esta morena.
-Si. Y hemos venido porque estabamos muy ocupados esta semana pero hemos terminado un asunto importante y vamos a celebrarlo- completó Harry.
-¿Y teneis novias?- preguntó otra vez la rubia.
-No- dijeron Harry y Zayn a la vez.
-¿Y vosotros?- preguntó la morena.
-Si- respondió Liam.
-Nosotros estamos en ellos- informó Niall. Louis afirmó con la cabeza.
-Que pena- dijo la rubia.

Zayn y Harry se miraron. No podían creer que en tan solo una hora tuvieran ya a dos chicas, una para cada uno. Había sido muy fácil. Pero Liam no estaba contento con eso y se acercó a Zayn.
-¿Que pasa con Lucía?- susurró a su oído.
-Ella no esta aquí. No somos nada-dijo el moreno-. Y no se enterara.

Liam frunció el ceño. Él nunca haría eso a Laura. Le gustaba mucho como para hacer una tontería de ese calibre.
-Se enterara como lo hacía Karen- le advirtió.

Zayn se molestó un poco por eso pero dejó de lado a Liam y miró a la chica morena.
-¿Que tal si te invito a una copa?
-Me emborracharía y seguramente acabaría en tu cama- susurró ella.

Zayn se mordió el labio. Era perfecto.
-Entonces vayamos a por esa copa- dijo mientras la cogía de la mano y se la llevaba a la barra.

Hope estaba en su casa. Era una decisión difícil. Era lo que siempre había querido pero tendría que dejar la universidad, entrenar mas y dejar de lado su familia muchas veces por algunos días. Pero era la competicion de boxeo femenino más importante del pais y solo entraban las que de verdad valían para ellos. Hope había sido elegida para competir. Sin dudan era un honor para ella. Además ganaría mucho dinero si lo ganaba. Pero necesitaba ayuda para decidirse. Cogió el movil. Necesitaba hablar con él. Él había estado cuando decidió entrenar en un gimnasio cualificado para ese deporte. Empezó a teclear en el teléfono y despues envió el mensaje. "Necesito hablar contigo. ¿Donde estas? Hope". Vio como su padre entraba en el salon con una bandeja que contenía la cena.
-¿Quieres un burrito?- preguntó Tom cuando dejó la bandeja en la mesa.
-Si, por favor- dijo Hope.

Su padre cogió uno de los burritos y lo puso en otro plato.
-¿Has decidido ya algo?- preguntó su padre.
-Aún no. Es algo muy dificil de decidir.
-¡Vamos, Hope! ¡Es lo que siempre habías querido!
-Papa, hay muchas cosas que dejaría de hacer por el boxeo. Tendría que dejar la universidad, tendría que dejar de vivir aquí para viajar todas las semanas...
-La universidad puede esperar. Y te echaríamos de menos en casa pero, Hope- su padre la miró mientras le tendía el plato con la cena junto a los cubiertos-, es lo que siempre quisiste.

De pronto Tom suelta una carcajada.
-Me acuerdo del día que empezaste a queres ser boxeadora profesional- el hombre sonrió y miró a su hija-. Estabamos en Doncaster y tú tenías nueve años. Decidí poner un combate y lo vi junto a ti en el sofá. Cuando terminó me dijiste que cúanto había que estudiar para ser boxeadora.

Hope sonrió tambien. Ella también lo recordaba.
-Cuando te dije que solo tenías que entrenar mucho te levantaste del sofá y fuiste a tu cuarto. Colgaste la almohada en la puerta y empezaste a dar puñetazos al relleno. Y te tiraste así años hasta que te llevé a un combate con catorce y me pediste que te comprase un saco. Te lo compré y...
-Lo colgamos de una de las ramas del arbol que teníamos en el jardín- dijo Hope feliz.- Y despues me apunté a un gimnasio para que me entrenase alguien.
-Tambien me acuerdo que una vez sacaste un suspenso en un examen y tu madre y yo te castigamos sin ir a entrenar esa semana. No volviste a suspender un examen.

Ambos se rieron.
-Persigue tu sueño- dijo su padre con una sonrisa en la cara.

De repente, el movil de Hope sonó. "Estoy en la discoteca New London. ¿Que pasa? Louis".
-No lo se, papá- dijo ella mientras se levantaba-. Voy a salir un momento.
-¿Y la cena?- preguntó su padre.
-No tengo mucho hambre- contestó ella mientras que se levantaba del sofá para ir a la puerta de la casa, ponerse un abrigo y salir.

Paula miraba a su amiga Ana junto a su hermana Lucía. Habían hecho una pizza para cenar pero Ana no había probado bocado. Llevaba así toda la semana porque aún no la habían llamado para saber si tenía el trabajo o no. Estaba mustia. Lucía miraba como Ana veía la televisión con su pijama de leopardo. De vez en cuando se mordía el labio de rabia. Paula y Lucía se miraban. Eso no podía seguir así. Tenían que hacer algo.
-¿Y tu hermana al final que va hacer?- preguntó Lucía.

Ana solo se encogió de hombros para dar a entender que no tenía ni idea.
-Es una oportunidad única para ella- dijo Paula.
-Ya...
-¿No quieres burrito?- volvió a preguntar Lucía.
-No tengo hambre.
-Le dijimos a tu madre que haríamos que comieses- dijo Paula.
-No tengo hambre.
-¡Joder, Ana! ¡Ya habrá más oportunidades!- dijo mosqueda Lucía.
-¡Lucía!- regañó Paula.
-No. Ana, no creo que te pase solo lo del trabajo- dijo Lucía mientras dejaba a su cena en la mesa del salón-. ¿Que coño te pasa?

Paula fulminaba a su hermana con la mirada. ¿Como podía ser tan imbecil de hablarle así a Ana con lo mal que lo estaba pasando?
-La entrevista- dijo Ana algo molesta por las palabras de su amiga.
-Di la verdad.

Ana suspiró y miró a las chicas. A lo mejor ellas la ayudaban. No diría ningún nombre pero la ayudarían.
-Es un chico- susurró.
-¡Que fuerte!- chilló Paula con una sonrisa en la cara-. ¿Quien?
-No voy a decirlo.
-Pero...

Lucía iba a decir algo pero la mirada de su hermana Paula la detuvo. Ya había conseguido sonsacar a Ana que le pasaba. No necesitaba más información. Pero Lucía dio otra idea.
-¡Podias presentárnoslo!- dijo ella- ¡Vamos a vestirnos y salimos de fiesta!

martes, 23 de julio de 2013

30.

Paula y Ana estaban haciendo los deberes que les ha mandado en clase cuando los chicos llegaron. Oían como hacían ruido para ir arreglando el suelo que les faltaba. 
-¡Harry!- chilló una voz aguda- ¡Harry! ¡No se hacer esta multiplicación!

Paula miró a las escaleras. Su hermanos Gonzalo las estaba bajando para pedir ayuda al de rizos.
-Ven aquí, Gon. Yo te ayudaré- dijo Paula.
-No. Prefiero que lo haga Harry.

Ana se rió al escuchar eso pero paró al ver la cara de cabreo de su amiga.
-Perdón- susurró.

A Paula le molestaba que su hermano pidiera ayuda ayuda a un desconocido y no a ella. 
-Voy a por agua- dijo Ana tras rato. 

Le cansaba estar todo el rato sentada en una silla. Además había estado todo el rato pendiente del teléfono. La mujer de la entrevista dijo que la iba a llamar el lunes y estaban a miercoles. Ana lo había hecho genial. Muchisimo mejor que las demás. ¿Por que no la habían llamado? La mujer lo dijo: "si te doy mi opinion, creo que vas a conseguir el trabajo". ¿Por que no la habían llamado aún? Pasó el salon donde los chicos estaban. La miraron y Niall se levantó al ver su cara.
-¿Estas bien?- preguntó el rubio.

Ana se detuvo y le miró.
-No.

Entró en la cocina y fue a coger un vaso de agua. ¿Para que mentir? Estaba ilusionada. Tenía una oportunidad pero no la llamaban.
-¿Que te pasa?- preguntó Niall.

Ana bebió un poco de agua. No le apetecía nada hablar de eso.
-Otro día, Niall.
-¿Que te pasa?
-Niall...
-¿La familia? ¿Amigos? ¿Un chico?
-No. Tranquilo.
-¿Que te pasa?

Ana se rió en su mente. Él la llamaba a ella Principita porque hacía muchas preguntas. Ahore era Niall quien las hacía. Ana dudó. Quiza debía contarselo. Quizá se desahogaba un poco.
-No me pasa nada, Niall. No te preocupes.
-A mi no me engañas. ¿Que te pasa?

Ana se volvió a reir en su mente. Principito.
-Yo te conté que tenía miedo a que despidieran. Dime que te pasa.

Ana le miró. Tenía razón. Él había sido sincero con ella ese día.
-El otro día hice unas pruebas para un trabajo de modelo. Me dijeron que me iban a llamar el lunes pero aún no lo han hecho. 

Niall la miró. La sensacion que vivia Ana era la misma que la que vivió él.
-Seguro que te llaman- la animó Niall.
-¿Ana?- preguntó Paula mientras que bajaba por las escaleras.
-En la cocina- respondió ella. 

Paula entró en la cocina y empezó a correr al ver a su amiga llorar. ¿Ana estaba llorando? Ni se había dado cuenta. La presion quizá.
-Ven aquí- dijo Paula mientras la rodeaba con sus brazos para abrazarla.

De pronto, Gonzalo entró en la cocina.
-¿Que la pasa?- preguntó al ver a Ana con los ojos húmedos. 
-Nada, peque- dijo ella intentando sonreir.
-¿Y por que lloras?
-De felicidad- mintió la chica.
-Gonzalo, ven aquí. Aún no has terminado la cuenta- dijo Harry mientras entraba en la cocina para sacar al niño de aquella situacion.
-Pero...
-Nada de pero's. Primero la obligación.
-Pues entonces primero a arreglar el suelo y despues a explicar matemáticas- dijo Paula borde.

Harry y Paula se miraron.
-¿Te has encontrado hoy con Brad?- le preguntó el de rizos.
-Vete, Harry- contestó Paula algo molesta.
-¿Eso es un si o un no?
-Vete.
-Me prometiste que me dirías si te le encontrabas.
-¡No! ¡No me le he encontrado, pesado!- gritó Paula.

Harry la miró con el ceño fruncido. Pero luego volvió a dirigir la atención a Gonzalo.
-Vamos, Gon. Voy a explicarte esa multiplicación- susurró Harry mientras le empujaba con suavidad hacia el salón de nuevo.

Después sonó el timbre de la casa.
-Seran mis padres- dijo Paula mientras limpiaba las lágrimas de los ojos de Ana cuando escucha que su hermano va corriendo a abrir-. Ve a limpiarte la cara y pon una puta sonrisa en tu cara.

Ana se rió por ese comentario.
-A sí me gusta- Paula la abrazó-. Iré a ver quien es.

-Hola. ¿Quien eres?- preguntó Gonzalo con curiosidad a la chica.
-Hola- dijo la chica mientras se agachaba para quedar a la altura de Gonzalo-. Soy Laura, una amiga de tu hermana Lucía. ¿Esta en casa?

Gonzalo negó con la cabeza.
-Se ha ido a la biblioteca a estudiar.
-Gon, ¿quien es?- pregntó Paula mientras salía de la cocina-. Ah, es Laura.

Liam, al escuchar eso, sonrió y alzó la cabeza dejando de dar algunos martillazos al suelo. Después la saludó con dulzura dando un ligero movimiento de mano. Ella le correspondió con otra sonrisa y otro saludo. 
-¿Que pasa, Laura?- preguntó Paula rompiendo el momento.
-Lucía me dejó esta mañana este cuaderno. Tenía que fotocopiar unas cosas y he decidido entregárselo esta tarde.
-Vale- respondió Paula-. ¿Quieres pasar y ver a Liam?
-¿No habías dicho que primero trabajar?- preguntó sarcastico Harry.

Los otros cuatro chicos se rieron pero las risas aumentaron cuando la chica dio su contestación.
-Si. Pero solo porque eres insoportable- Paula puso una gran sonrisa en su cara invitando a Laura a pasar.

Hope solo recibía felicitaciones por parte de sus compañeros de gimnasio. Todos habían visto el combate y habían quedado impresionados. Era increible que una novata hubiera ganado a otra chica que era casi el doble que ella. El gerente la llamó para que fuera a su despacho. Hope dejó de dar puñetazos al saco cuando vio que él se metía en el cuarto.
-¿Que pasa?- preguntó cuando entró.
-Cierra la puerta, Hope.

La chica le hizo caso y luego se sentó en la silla.
-¿De que quiere hablar?
-De tu futuro.
-¿Mi futuro?

El gerente hizo un sonido gutural.
-¿Conoces "El guante de oro"?

Lucía subrayaba su libro con un rotulador fosforito amarillo. Después escribía lo esencial en un cuaderno que había comprado solo para la asignatura de Historia. Para reforzarlo, subrayó de nuevo las palabras claves en el cuaderno. Quiza esa nueva táctica le ayudaba. No lo sabía. Tenía que jugarsela. No podía seguir con el mismo problema que el curso pasado con esta asignatura. 
Pasó la hoja del libro de texto y repitió los pasos. Pero un mechon de pelo le cayó por la cara. Se soltó todo el pelo y volvió a hacerse el moño que llevaba teniendo durante toda la tarde. 
Tras un rato cogió el movil. No tenía ni idea de que hora era. Las ocho de la tarde. Lucía miró si tenía algun WhatsApp. Muchos. Todos de grupos. Pero le llamó la atención un mensaje. ¿Quien enviaba mensajes ya? Lucía lo abrió. 
"Estas muy sexy con moño".

Lucía levantó la mirada de la pantalla y empezó a observar las mesas. Todas estaban llenas de estudiantes. Otro mensaje. 
"No sabes quien soy, ¿verdad?". 

Lucía volvió a mirar. Todos estaban con la mirada en sus libros. Contestó al mensaje. 
"No. ¿Quien eres?". 
"Tu admirador secreto". 
"Deja de vacilar. ¿Quien eres?". 

Lucía miraba nerviosa a su alrededor. ¿Quien era? ¿Y que hacía con su numero? 
"Llamo mucho la atención"

Lucía volvió a buscar con la mirada. No había nadie con una prenda de un color llamativo. Tampoco nadie con muchos libros o hablando. Tuvo que fijarse más. Se rio al ver a un chico leyendo un libro que estaba dado la vuelta. 
"Eres el del libro dado la vuelta. Ahora revela tu identidad" dijo Lucía via SMS. 

Sonrió al ver como el chico cerraba el libro. Zayn. 
"¿Que haces aquí?" preguntó Lucía. 
"Luego te llevaré a casa". 
"Puedo ir yo sola". 
"No me gusta que vayas sola a casa. Es tarde y se esta haciendo ya de noche. Te llevo en coche. Además, tengo que gastar mis ultimos veinte besos".

jueves, 18 de julio de 2013

29.

Louis sujetaba el saco para que Hope pudiera darle puñetazos. Lo hacía por los costados y eso hacíaa que la chica se quejase. "Te puedo partir los dedos si te doy" aseguraba. Pero él no la hacía caso. Cuando hacía un año estaban saliendo siempre le sujetaba así el brazos. Era para verla la cara cada vez que daba un golpe.
-¡Marshall! ¡Al ring!- dijo el dueño del gimnasio.

Hope paró.
-Tengo que ir ya- dijo nerviosa-. ¿Crees que lo haré bien?

Louis miró a la contricante que tenía la chica. Una negra con músculo y con cara de enfado.
-Estoy seguro- dijo Louis.

Hope suspiró y corrió hacia el ring. Louis fue a los bancos para verla bien pero no se siente cómodo. Hacía un rato que había visto a Tom entrar en el gimnasio y cuando sus miradas se encontraron, el padre de Hope puso mala cara. Después había sido empujado por su mujer.
-Primer asalto- dice al arbitro.

Este combate no era como el primero. Este tenía más público. Quizá la otra chica era conocida.
El arbitro hizo sonar su silbato y las dos chicas empezaron a moverse. Hope se protegía la cara cada vez que la otra mandaba un golpe. Se movían rápido por el cuadrilátero. Había que estar muy atento para no perderse el mínimo detalle. Hope recibió un golpe de la otra chica haciendo que se cayese al suelo. Louis se levantó preocupado pero se tranquilizó cuando Hope se levantó rapidamente antes de recibir otro golpe. Y lo de después fue muy rápido. Louis pudo ver como Hope se acercaba a la otra dando golpes a los guantes que portegía la cara de la negra pero dio un puñetazo en el estómago a la rival y cuando esta se llevó los brazos a esa zona, Hope pudo dar un puñetazo en su cara. Cayó al suelo. El combate había acabado en menos de un minuto. La ganadora era Hope.
Esta, feliz, saltó las cuerdas del ring y empezó a correr hacía Louis.
-¡Muy bien!- gritó al chico antes de ella saltara y la cogiera entre sus brazos.
-¡He ganado! ¡He ganado!

La gente se iba. No esperaban ese resultado. Otras dos personas se acercaron a la pareja. Tom y Sophie.
-¡Muy bien, hija!- dijo su padre mientras separaba a Louis de Hope.
-¡He ganado, papa! ¡He ganado!
-Ya lo hemos visto- dijo su madre tranquilamente. Puede que estuviera tensa por la cercanía entre Louis y su marido.

Paula y Ana estaban viendo la televisión. Ese día no iban a salir. Iban a celebrar que Ana había sido entrevistada por una nueva compañía de modelos. Al principio iban a salir de fiesta pero Paula se negó. Tenía miedo de encontrarse con Brad. Si se encontraba con él luego aparecía Harry magicamente. Y si no aparecía tendría que contarselo. Lo había prometido.
-¿Que peli vemos?- preguntó Paula.
-Me da igual- dijo si amiga.
-Tengo la de "Alicia en el País de las Maravillas". ¿La has visto?
-¿La de Jonnhy Depp?

Paula asintió.
-¡Ponla ya!- chilló Ana.

Paula dio gracias a que sus padres no estuvieran en casa porque sino se hubieran asustado de ese grito. Se habían ido junto a Gonzalo a cenar con unos amigos. Volverían pasadas la media noche.
-Vale, vale- dice Paula-. Vete poniendola que voy a meter una pizza al horno.
-Nada de pizza. Tengo que tener un cuerpo diez para mi trabajo.

Antes de que pudiera levantarse para meter el disco en la televisión recibió un golpe con un cojín.
-¡No digas eso, gilipollas!- dijo Paula, quien recibió otro cojinazo-. ¡Ay!
-Por darme.

Paula se rio y fue a la cocina. Encendió el horno, sacó la pizza de la caja de cartón y la metió. Mientras tanto se alegró por su amiga por décima en la tarde. Recordó como estaba cuando abandonó la otra compañía. Estaba destrozada. Y el haber hecho la entrevista le había puesto una sonrisa en la cara. Sin duda estaba feliz por ella. Volvió al salon donde la pelicula ya estaba lista para darle al play.
-¿Esperamos a que este la pizza lista y así no nos tenemos que levantar?
-Esta bien- respondió Ana.

En ese mismo instante sonó el teléfono de Ana.
-¿Si?- respondió-. Dime, mamá. ¿Donde estais? ¿En el gimnasio de Hope? ¡Es verdad! ¿Ha ganado? ¡Toma! ¿Que? ¿Ahora? Es que vamos a ver una peli.
-Dila a tu madre que te quedas a dormir. Que no hay ningún problema.
-Vale- dice Ana-. Que dice Paula que me quede a dormir. Vale- Ana sonrió-. Gracias, mamá.

Y colgó.
Paula y Ana sonrieron. Pero se separaron cuando oyeron risas.
-¿Son tus padres ya?- preguntó Ana mirando su reloj.
-Debe de ser Lucía.

Escuchan una voz masculina.
-¡Con Zayn!- chilla Paula-. ¡Vamos a espiar!

Las dos se levantaron con rapidez y subieron las escaleras para ir al cuarto de Susan y Jake donde había una ventana que daba a la calle. Abrieron la puerta y se asomaron.
-No, Zayn, tengo que entrar ya a casa- dijo Lucía.

La chica era rodeada por los brazos del moreno quien pedía que se quedase un poco más en la puerta hablando con él.
-Por favor...
-¿Pero no te has cansado de mi hoy? Hemos estado todo el día juntos.
-No ha sido tanto...
-No- dijo con ironía Lucía-. Desde las doce de la mañana. Y son ya las doce de la noche.
-Eso es poco.
-Eso es mucho, Zayn.

Zayn se rio y miró a Lucía.
-Me quedan muchos besos que gastar- susurra el chico en su oído.
-¿Muchos? ¡Has gastado treinta y tres de cincuenta! Te quedan diecisiete. Menos de la mitad.

Zayn se acercó a ella y le dio otro beso.
-Ahora te quedan dieciseis.
-Ahora me parecen pocos.
-Claro... Los has gastado casi todos.

Zayn se separó un poco de ella y la cogió de la mano.
-¿Mañana quieres hacer algo?-preguntó él.
-Me gustaría pero no puedo. Tengo que estudiar. La de historia me tiene mania y quiero llevar toda su asignatura al día.
-Llevas dos semanas de instituto. No debes de haber dado mucho.
-Zayn, no puedo. De verdad. Y tengo que entrar ya adentro. Mis padres me van a regañar.
-Por favor- dijo Zayn.
-No. Además, tengo un poco de sueño.
-Vale. Al menos dime que dormiras con el Pequeño Zayn.

Lucía le miró mal y cogió el oso de peluche entre sus brazos.
-Ya te he dicho que no le llames Pequeño Zayn. Se llama Nieve.

Zayn se rió. Le encantaba cuando Lucía se hacía la enfadada.
-Mola mas Pequeño Zayn.
-Mentira- dijo la chica enfadada-. Y tengo que entrar ya en casa.

Zayn esta vez no dijo nada. Sabía que era tarde. La abrazó.
-Esta bien, ninfómana.
-¡Tampoco me llames a mí así!

Zayn intentó no reirse y para no ser descubierto miró al cielo.
-¡Eh! ¡Mira! ¡Nos espian!- dijo el chico al ver a Paula y a Ana espiar desde la ventana.

Lucía se apartó de sus brazos y miró a la ventana de la habitación de sus padres. Vio como su hermana y su amiga se reían.
-¡Eh!- chilló Lucía.
-Dejalas- dijo Zayn mientras la atrajo a él-. No pasa nada.

Lucía se mordió el labio.
-Tengo que entrar ya.
-Esta bien- contestó Zayn.

Ambos sonrieron y se acercaron.
-Ana, Paula, taparos los ojos- dijo él para hacer la gracia antes de besar a la chica.

Y se dieron otro beso. Era el beso numero treinta y cinco del día. Pero este fue más largo y apasionado.
-Buenas noches, Zayn- dijo Lucía mientras se giraba para ir a la puerta.
-Duerme bien, ninfómana.

Lucía se giro y le dio un golpe con el gran oso blanco de peluche que tenía.
-¡Ay! ¡No me pegues con Pequeño Zayn!
-Se llama Nieve- responde Lucía con una sonrisa en la boca.

Despues se despide con la mano de Zayn y entra en la casa.

martes, 16 de julio de 2013

28.

Ella estaba dormida. La noche había sido muy larga y le dolían los pies por el paseo con Zayn hasta su casa. Además, Paula y Ana no la habían dejado dormirse hasta que no les hubiera contado lo que había pasado con el moreno.
Empezó a notar como una mano movía su hombro despertandola.
-Lucía...

Abrió los ojos para ver a Gonzalo vestido con el pijama de Batman. Él llevaba un tiempo despierto. No quería perderse los dibujos animados que salían en la tele desde las nueve de la mañana.
-¿Que pasa, Gon?- preguntó Lucía mientras se estiraba sobre el colchón.
-Mamá me ha mandado que te despertara. Tienes visita.

¿Visita? Ella miró el reloj del móvil. Las doce y media de la mañana. ¿Quien sería? Se levantó y cogió a su hermano en brazos.
-¿Quien es?
-Uno de los obreros.

Lucía puso los ojos en blanco. Seguramente fuera Zayn. Podía ser Liam que le quería dar las gracias por ayudarla con Laura pero no. Estaba segura de que era Zayn.
Bajó por las escaleras con su hermano tocandola el pelo y riéndose por las cosquillas que le hacía. Cuando llegó al último escalón, Lucía le dejó en el suelo y fue a la entrada donde se encontró con Zayn. Soltó una risa al ver el pelo desordenado de la chica. Ella le miró mal y paró.
-Hola- dijo.
-¿Que haces aquí?
-Te voy a invitar a comer.

Lucía frunció el ceño.
-No se si me dejaran- dijo Lucía-. Voy a desayunar.
-Vale. Yo te espero aquí.

Ella sonrió y se fue a la cocina donde vio a su madre con un cigarro en la boca y sentada en una silla. Susan miraba fijamente a su hija.
-Buenos días, mama.
-Buenos día, Lucía.

Lucía notó algo en su voz. Era la voz que usaba cuando su madre tenían en mente hacer muchas preguntas.
-¿La leche?- preguntó Lucía al ver que en la nevera no estaba.
-Aquí- respondió mientras señalaba el carton que había sobre la mesa.

Fue a la mesa con una taza, se sentó. Empezó a echar la leche y después vertió unos cereales. Se notaba la tensión. Lucía vio por la ventana de la cocina el cielo.
-Hace un buen día.
-¿Es tu novio?

Lucía se atragantó con la primera cucharada del desayuno. Sabía que su madre iba preguntarla sobre Zayn pero pensaba que de una forma sutil.
-No. Solo somos amigos.

Susan miró a su hija.
-Dime la verdad.
-Es la verdad. No somos novios.
-Esta bien. ¿Sois amigos con derechos?

Lucía se atragantó de nuevo.
-¡Mamá!
-Lucía...
-No me estoy sintiendo cómoda.
-Lucía...
-¿Puedo ir a comer con él?
-¿A donde vais?
-Aún no lo se- dijo Lucía mientras se levantaba.
-Esta bien. ¡Pero esta conversacion no se ha acabado!

Lucía salió de la cocina y vio a Zayn apoyado en la pared.
-La que has montado- susurró Lucía al chico.

Este se rió.
-Voy a cambiarme y ya bajo.

Zayn susurró un "vale" y ella subió las escaleras donde se encontró a Paula y a Ana bajando.
-Buenos días- dijeron las dos.
-Ni se os ocurra decirle nada a mamá sobre Zayn.

Ana se rió y Paula dijo un "lo que desee". Se escuchó una risa abajo de las escaleras y Ana y Paula empezaron a reirse al ver a Zayn asomar la cabeza.
-¿Subes o te quedas de chachara?- preguntó el chico.
-Ya voy.

Paula y Ana terminaron de bajar las escaleras donde dieron un saludo al obrero, que se había vuelto a apoyar en a pared para esperar a Lucía. Las dos chicas entraron en la cocina. Olía a tabaco.
-Hola- dijo su madre mientras apagaba el cigarro en el cenicero azul que tenía al lado.

Mierda. La voz de Susan era de interrogatorio. Paula tragó saliva. Iba a ser difícil no responder lo que quería oír.
-Ana, no respondas a nada sobre Zayn y Lucía- aconsejó Paula con un susurró.

Ella hizo un gesto de afirmación y se sentaron en la mesa con unos tazones.
-¿Que tal habeis dormido?
-Bien- dijo Ana sonriente mientras daba la primera cucharada a los cereales.
-¿y que tal la fiesta?
-Estuvo muy... Entretenida- contestó Paula al acordarse de la pequeña discusión entre Harry y Brad.
-Paula...

Ahí iba. Su madre se lo iba a preguntar.
-¿Que?
-¿Sabes algo de Zayn?
-¿Zayn? ¿Que Zayn?

Susan puso los ojos en blancos.
-El chico que esta en la entrada esperando en la entrada.
-¡Ah! ¿Ese es Zayn? Pensé que venía a ver algo del suelo- mintió.
-Paula, no me engañas. ¿Son novios?
-No lo se, mamá.
-Paula...

La chica notó como su amiga empezaba a reirse. Le dio una patada bajo la mesa haciendo que se quejase por el dolor.
-¡Me has hecho daño!

Paula miró a Ana mal. Ella no podía reirse. Estaban en medio de una sesión de preguntas.
-Paula, dimelo, por favor. No quiero que Lucía vuelva a sufrir. Lo pasó muy mal con Brad- dijo su madre-. De Zayn no me fio ni un pelo. ¿Y si la pone los cuernos?

Zayn, a pesar de estar a distancia, escuchaba la conversación que estaba teniendo lugar en la cocina. Suspiró. Sabía que Lucía lo había pasado mal con un chico, y que ese chico era Brad tambien lo sabía. Sabía tambien que le había puesto los cuernos. ¿Karen tambien lo había pasado tan mal con cada infidelidad por parte del chico? Zayn intentó quitar esa idea de su cabeza. A pesar de todos sus errores, había amado a su expareja. Pero ahora no. Ahora era libre. No tenía ningún remordimiento cada vez que miraba a una chica por la calle. ¿Y ahora? Ahora quería acostarse con Lucía. Ella era su objetivo pero las palabras de su madre en la cocina le removían el estómago. Necesitaba también algo de agua.
-Ya estoy- dijo Lucía mientras que bajaba las escaleras.

Zayn sonrió al verla con unos vaqueros pitillo y una camiseta. En el brazo llevaba un abrigo ya que las temperaturas habían bajado.
-Perfecto- susurró Zayn.

Lucía se puso el abrigo.
-¿Me puedes dar un poco de agua?- preguntó el moreno.
-Claro.

Los dos fueron a la cocina. Zayn notó la mirada de la madre en él. La mirada era dura y eso le secaba la garganta. Necesitaba el agua urgentemente.
-Toma- dijo Lucía cediendole un vaso lleno de agua.
-Gracias- susurró él.

Aún veía como Susan le miraba.
-Mama, me voy ya- Lucía se agachó y la dio un beso en la mejilla.
-Vale. ¿A que hora estarás de vuelta?

Lucía miró a Zayn para que contestase.
-No se. Iremos a dar una vuelta y comeremos. Después lo que quiera su hija.

Susan frunció el ceño.
-Vale. ¿Necesitas dinero?- preguntó la madre a la hija.
-No. La invitaré yo- respondió otra vez Zayn.
-Si. Si que necesito dinero.
-Ya he dicho que invito yo- dijo de nuevo el chico mientras miraba a la chica-. ¿Vamos?

Lucía iba a decir algo pero la mirada de su madre hizo que no lo hiciera. La tensión era muy fuerte. Solo pudo salir de la cocina bajo la mirada de Paula, Ana y Susan. Al desaparecer las miradas se centraron en Zayn, quien se puso nervioso.
-Bueno. Pues... Adiós. Ha sido un placer, Susan.

Susan puso una sonrisa falsa en su rostro.
Zayn salió de la cocina y se fijó en Lucía que estaba ya fuera de la casa. El chico cogió la chaqueta de cuero negra que había dejado en la entrada y se la puso mientras salía de la casa de Lucía. Pasaron la verja y cerraron la puerta.
-Bueno, dime a dónde quieres ir- dijo Zayn haciendo que su mano se entrelazase con la de la chica como la noche anterior.

-¿Que tal la fiesta?- preguntó Ted a su hija.
-Estuvo muy bien- susurró ella.
-¿Cuanto bebiste?
-Nada.
-No me lo creo- dijo Alan.

Laura se encogió de hombros. Era verdad. Al estar toda la noche con Liam había decidido no beber nada. Él la decía que no hacía falta, que ella si podía beber. Era la fiesta de cumpleaños de Laura. No tenía por que no beber. Pero ella dijo que no delante de él. Ambos sonrieron antes de que otro chico se pusiera a gritar "¡que se besen!". Lo habían gritado durante la noche unas seis veces y siempre se besaban. Cada vez Laura había sentido menos vergüenza.
-¿De verdad no bebiste nada?- preguntó Ted.
-De verdad.
-¿Por qué?
-Tengo un amigo que no puede beber alcohol. Fue por respeto a él.

Sus padres sonrieron.
-¿Que amigo?
-Le conocí hace poco. Estaba yo trabajando una noche y vino.
-Bueno, yo ya me voy- dijo la abuela de Laura entrando en la cocina.

Ella ya volvía a su casa. Llevaba allí más de una semana. Era tiempo suficiente para visitar a su hijo Ted, a su marido y a su nieta.
-¿Ya?- preguntó Alan mientras se levantaba de la mesa.
-Si. He estado ya aquí muchos días.
-Esta bien- dijo Ted-. Sabes que puedes venir cuando quieras, ¿no?
-Ven cuando quieras- dijo Alan mientras abrazaba a su suegra.

Laura estaba flipando. Días atras, Alan había estado quejandose porque la madre de Ted había ido sin avisar a casa y ahora le invitaba a volver.
La anciana sonrió.
-Lo haré- la señora miró a su nieta-. Lala, te voy a echar de menos.

Laura se levantó y abrazó a su abuela.
-Te voy a echar de menos, Lala- susurró a su oído.
-Y yo a tí, abuela. ¿A quien le voy a contar lo que me pasa?
-Tranquila, cuando llegue a casa te llamo y me cuentas lo que ocurrió ayer en tu fiesta, nena- susurró su abuela-. Por cierto, toma.

La señora mete la mano en el bolsillo y saca unos billetes.
-Para tí- dijo la señora mientras los ponía en su mano.
-¿Que? No. Es mucho dinero, abuela.
-Es por tu cumpleaños, Lala.
-Pero...
-Nada de peros. Es tu regalo.

Laura miró a su abuela.
-¿Sabes que te quiero?- preguntó la nieta.
-Claro que lo se. Y yo a ti tambien te quiero pero me tengo que ir ya. No vaya a ser que pierda el tren.
-Esta bien, mama- dijo Ted-. ¿Necesitas que te lleve a la estacion?
-No. He pedido un taxi.

Su hijo sonrió y luego miró a Alan.
-Suegra, te echaré de menos- dijo Alan mientras la abrazaba con ternura.

Al final Ted iba a tener razon. La iba a echar de menos. Laura se rió.
-Adios, chicos. Adios, Lala- la señora se despidió y se fue a la puerta para salir a la calle.

Paula y Ana salían de casa. Como Lucía se había ido con Zayn, su madre les había dejado ir a comer por ahí tambien pero no sin antes intentar sacar un poco de informacion a su hija sobre la pareja. No habían dicho nada y Paula se sentía orgullosa de eso.
-¿Vamos a comer un poco se sushi?- preguntó Ana.
-Esta bien- dijo Paula sonriente.

Caminaron durante un rato sin aburrirse. Iban hablando, gastando bromas, haciendo el tonto sin importar que la gente mirase. Eran ellas mismas.
-¡Eh! ¡Mira, Ana!- dijo Paula cuando llegaron al centro comercial.

Ana miró a donde Paula estaba señalando con su dedo. Era un cartel azul que había en un escaparate de una de las tiendas del centro comercial. "Se busca modelo femenina juvenil con experiencia".
-¿Que te parece?

Ana no podía contestar. Estaba temblando. Si conseguía ese puesto quiza podría volver a dejar de estudiar y ser de nuevo modelo. Ana sonrió cuando notó que Paula la empujaba hacía dentro de la tienda. Había otras dos chicas esperando.
-Hola- dijo Paula al ver que había una mujer en una mesa rellenando papeles-. ¿Para el puesto de modelo?
-Es aquí. ¿Para cual de las dos?
-Para ella- Paula señaló a su amiga.
-¿Tienes experiencia?- preguntó la mujer.

Ana tragó saliva. Sabía cuanto se jugaba.
-Si.
-¿Cuanto?
-Un año.

La chica sonrió.
-Esta bien. Espera un rato y ahora saldran a hacerte unas preguntas.

Ana sonrió nerviosa y cuando se giraba junto a Paula, la mujer la agarró de la muñeca.
-Si te doy mi opinión, creo que eres la que va a conseguir el trabajo.

Había música en la bolera. Todas las personas parecían encantadas con estar allí pero había dos personas que destacaban sobre el resto del mundo. Habían hecho una apuesta. Si Zayn ganaba a la partida de bolos recibía un beso por parte de Lucía pero si ella ganaba recibía un peluche. Y el resultado no había sido para nada esperado por parte de Zayn. Ya llevaba cerca de diez libras perdidas en el puesto de dardos. Tenía que explotar cinco globos con cinco dardos para conseguir el peluche. Le faltaba un dardo y un globo que explotar.
-Venga, Zayn, tú puedes- decía Lucía a un metro de él.

Y tiraba el dardo. No explotó ninguno.
-¡Mierda!- exclamó.

Lucía mientras se reía. Le parecía muy divertido como Zayn se ponía nervioso porque un globo se le resistía.
-Otra ronda- dijo Zayn mientras sacaba dos libras del bolsillo.

El chico que estaba en el puesto cogía el dinero y luego ponía los dardos sobre el tablero.
-¿Me dices algo para motivarme?- dijo Zayn antes de tirar el primer dardo.
-¿Como el que?
-Un beso por cada globo explotado. Es que solo me quedan cincuenta libras y es para la comida. Bueno, salvo que quieras comer debajo de un puente.

Lucía lo pensó.
-Te doy cincuenta besos si explotas los cinco globos.

Zayn dudó pero lanzó el primer dardo. Explotó un globo.
-Te quedan cuatro- dijo Lucía.

El chico lanzó el segundo haciendo que se explotase otro globo.
-Tres.

Y lanzó otro.
-Dos.

Zayn lanzó el penúltimo sonriente.
-Uno- dijo él con la sonrisa en la boca-. Si exploto otro globo me debes cincuenta besos.
-Seguro que no lo...

Pero antes de que Lucía terminase la frase, se oyó como el quinto globo se explotaba. Zayn se rió al ver la cara de Lucía.
-Mierda- susurró ella.
-¿Cuántos besos eran?

Ella se mordió el labio.
-Eran cincuenta- susurró ella.

Zayn sonrió y señaló con el dedo al joven del puesto el oso de peluche más grande de todos. Era como un metro de alto y de color blanco.
-Toma, ninfómana- dijo a Lucía, quien le miró mal.
-No me llames así o...

Pero otra vez fue interrumpida. Un beso.
-Solo quedan cuarenta y nueve.

jueves, 11 de julio de 2013

27.

-Ya son las dos y media. ¿Vamos ya a casa?- pregunto Paula a su hermana, que aún seguia entre las piernas de Zayn.
-Vamos.

Zayn la dejó levantarse y luego la miró.
-Recuerda que te acompaño a casa dando un paseo.

Lucía le miró y asintió.
-¿Y nosotras?-preguntó Ana.

Zayn buscó con la mirada a Harry, que hablaba con Niall.
-¡Harry!
-¿Qué?- preguntó este.
-Lleva a Paula y a Ana a casa con mi coche- dijo antes de buscar las llaves del coche y lanzarselas.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Venga, Harry- dijo Niall-. Yo te acompaño.

Harry bufó pero dijo un leve "vale". Paula se acercó a su hermana.
-¿No podemos ir con vosotros?
-No- dijo Zayn rotundamente causando la risa de Niall.
-No- dijo Ana-. Ellos tienen otros planes.

Lucía sonrió. ¿Qué estaba haciendo? ¿De verdad se iba a ir con Zayn? Si. Y ella sabía lo que iba a ocurrir. No quería evitarlo.
-¿Vamos?- preguntó Zayn.

Lucía dijo que sí con la cabeza y salieron después de haberse despedido delos chicos. No iba a decir adiós a Liam y a Laura. No iban a incordiarles.
Paula volvió a bufar. Le tocaba irse con Harry. También iban a ir Ana y Niall pero no le apetecía ir con Harry.
-Vamos- dijo Harry mientras hacía sonidos con las llaves del coche de Zayn.
-Si. Cuanto antes empiece esto antes acaba.

Harry frunció el ceño. ¿Por qué estaba así ella? ¡Encima que le ayuda con Brad!
-Vamos- susurró Niall mientras le daba unas palmaditas en la espalda.
-Pero ¿Por qué esta así?
-Dejalo. Son mujeres. Tienen su propio vocabulario.

Harry puso una sonrisa falsa y guió a los otros tres hasta la salida.
-Este es el coche de Zayn- dijo cuando llegaron al coche viejo.
-Ya lo sé- contestó borde Paula.

Harry abrió el coche y se montaron en él. Menos mal que no había bebido mucho esa noche sino iba a ser un poco peligroso llegar a la casa de los Smith.
Empezó a conducir cuando todos se habían puesto el cinturón de seguridad. Niall estaba en el asiento del copiloto y Paula estaban en los asientos de atrás sin hablar. Se notaba la tensión.
No tardaron mucho tiempo en llegar a su casa.
-Niall y Ana, bajaros del coche. Paula, tú quedate- dijo Harry.
-Uh... Va a haber movida- dijo Ana mientras se reía y bajaba del coche con Niall.

Paula no quería quedarse pero cuando Ana había cerrdo la puerta, Harry bajó los seguros del coche.
-¿Qué?- dijo Paula borde al ver que no tenía escapatoria.
-¿Por qué estas así conmigo?
-Porque te metes en mi vida cuando nadie te lo pide.
-Seamos sinceros. Si no hubhiera aparecido yo aún seguirías allí con él.
-Eso nadie lo sabe. Le podría haber enviado a la mierda y puede que me hubiera dejado en paz.
-No.
-¿Qué hago yo discutiendo esto contigo? No eres amigo mio.
-Lo sé- dijo Harry sincero-. Prometeme que si te dice algo otra vez me lo dirás.
-Pues no.
-Paula, por favor.
-No- repitió ella-. Es mi problema, no el tuyo.
-Prometemelo, por favor.
-Que no. Te estoy diciendo que es mi problema. Si me vuelve a hablar ya me las apañaré.
-Paula, no seas cabezota.
-¡No soy cabezota!
-No...- dijo él sarcástico.
-Abre el coche.
-No sino me lo prometes.
-Harry, no me toques las narices.
-Ni tú a mi. Me arrestaron por su culpa a mí también. ¿Lo recuerdas?
-No. A tí no te arrestaron. Podías haberte ido pero no quisiste.
-¡Paula! ¡Prometemelo!
-¡Vale, pesado!- chilló ella enfadada.

Después oyó como los seguros del coche se subían y salió rapidamente. Harry bajó la ventanilla del coche.
-Vamos, Niall.
-Vale. Adiós, chicas- dijo para despedirse.
-Adiós- susurró Ana.

El rubio se mentó en el coche y las chicas vieron como se alejaban con el coche.
-Le odio- dijo Paula.

Ana se rió.

Louis acercaba con el coche a Hope a su casa. Habían pasado una buena noche. Se habían reido y lo habían pasado muy bien. Además, Louis estaba feliz por la invitación de la chica a ver su segundo combate.
Hope se bajó del coche cuando Louis paró el coche.
-Me lo he pasado bien- dijo atra vez de la ventanilla que había bajado Louis.
-Yo también.
-Lo tendremos que repetir más veces.
-Todas las veces que quieras.

Ambos sonrieron felices.
-Entonces mañana vienes, ¿no?
-Si. Si quieres vengo a por tí.
-Vale. ¿A las diez? Tengo que calentar antes.
-A las diez estoy aquí.
-Vale. Pues hasta mañana.
-Hasta mañana.

Hope se alejó y cuando Louis vio que se había metido en casa volvió a arrancar el coche
Condujo por las distintas calles de Londres y vio dos sombras. Louis pulsó el botón del claxon al reconocer a Zayn y a Lucía.
-¿Quién era ese?- preguntó Lucía.
-Louis.
-Ah.

Llevaban caminando ya un rato. Faltaba poco para llegar a la casa de la chica.
-¿Te lo has pasado bien?- preguntó Zayn.
-Si. Pero si me hubieras dejado caminar por la discoteca me lo hubiera pasado mejor.
-Se que te ha gustado estar conmigo todo el rato.

Lucía se rió mientras decía que no. Se negaba a darle ese placer a Zayn.
-Venga, di que si- dijo él.
-No.
-Venga, Lucía.

Lucía siguió negando pero Zayn la acercó a él y empezó a hacerla cosquillas.
-¡Zayn! ¡Para!
-No hasta que digas que si.
-¡Es que no es verdad!
-Lucía...
-¡Vale! ¡Si! ¡Me ha gustado!

Zayn paró y sonrió.
-¿Era tan dificil reconocerlo?
-Pues si.
-Muy mal, ninfómana.

Continuaron caminando.
-No me llames así.
-Es mi mote para tí.
-No me gusta.
-Me da igual.

Lucía iba a darle un puñetazo en el pecho pero Zayn le cogió la mano.
-¿Que ibas a hacer?

Lucía se rió ante la cara de enojo de Zayn.
-Pegarte.
-¿quieres más cosquillas?
-¡No!

Zayn iba a volverla a torturar pero ella empezó a correr. Al chico no le costó mucho agarrarla de nuevo ya que con los tacones no iba muy rápido.
-¡Zayn!- Lucía soltó una carcajada- ¡Sueltame!

La escena era muy divertida para los dos.
-No.
-¡Zayn!

Ahora era Zayn quien se reía. Lucía intentaba que los brazos del chico dejasen de rodear su cuerpo. Cogió una de sus manos y la apartó de su cadera.
-Esta bien- susurró a su oído antes de agarrar la mano de Lucía.
-¿Que haces?- preguntó ella sorprendida.
-¿No puedo cogerte de la mano?
-No se...

Zayn sonrió y tiró de la mano de ella para seguir caminando.
-Vamos. Tu casa esta a unos minutos.
-Vale.

Lucía notaba como la mano del moreno aferraba con fuerza la suya. Se sorprendió. Eso le producía una sensación agradable.
-¿En que piensas?

La muchacha miró a su acompañante.
-En nada importante.

Zayn se mordió el labio y fingió que no le importaba pero sentía mucha curiosidad por lo que estaba pasando dentro de la cabeza de la chica.
-Tras esa esquina esta tu casa- dijo a los segundos.
-Lo se.
-Seguramente Paula y Ana seguirán en la puerta esperandote. ¿Quieres que nos vean?
-Ya te conocen Zayn- dijo Lucía, que no sabía a donde iba a parar esa conversación.
-No me refiero a eso.
-¿Entonces a que?
-No te hagas la tonta. Sabes que te voy a besar.

Lucía se mordió el labio.
-¿Y?
-¿quieres que tu hermana y tu amiga nos vean?

Lucía lo pensó.
-No.

Zayn sonrió y soltó la mano de Lucía para cogerla de la cintura y acercarla a él. Sus labios se juntaron para crear un beso cálido y agradable para Lucía. Los labios se masajeaban y de vez en cuando Zayn mordía los de ella haciendo que sonriera. Se separaron pero él quería más. La volvió a acercar. Otro beso.
-Zayn, tengo que irme ya- dijo Lucía cerca de su oido.
-Esta bien.
-Buenas noches.
-Duerme bien, ninfómana.

Lucía bufó pero que Zayn la guiñase el ojo la tranquilizó. Los dos sonrieron y ella se alejó hasta la puerta de la casa. Zayn tenía razón. Paula y Ana estaban allí.
-¿Y Zayn?- preguntó Ana.
-Se ha ido ya.
-¿No ha habido beso?- cuestionó esta vez Paula
-Si, cotilla.
-Luego nos cuentas- dijo Ana guiñando el ojo.

26.

Louis miraba con cariño a Hope. Habían ido a cenar a un McDonalds para saciar el hambre que ambos tenían y despues empezaron a caminar por el centro de la ciudad. Aún no hacía mucho frio por lo que Louis había invitado a Hope a un helado. Ella al principio se negó pero al ver la cantidad de sabores que había en el mostrador de la tienda no pudo resistirse.
-¿Me dejas probar un poco del helado de Kinder?- preguntó Hope divertida.
-Claro- contestó Louis mientras le acercaba el cucurucho.

Hope agarró la galleta para acercarlo mas. Louis sintió un pequeño roce que hizo su mano con la de la chica y sonrió. Le gustaba esa sensación.
-¿Que pasa?- preguntó Hope.
-Nada. Me hace gracia como comes helado- mintió-. ¿Me das un poco de tu helado de ron con pasas?
-No que te emborrachas y tienes que conducir- contestó Hope con diversion.
-Un poquito.
-No- Hope se rió.
-Venga, por favor.

Ella cedió y acercó el cucurucho a la boca de Louis pero cuando él lo iba a probar lo apartaba. Louis la miró mal y Hope se rió. Lo volvió a acercar pero lo alejó de nuevo. A la siguiente vez, Louis agarró la mano de la muchacha y acercó el helado a su boca.
-Esta rico- dijo mientras se relamia.
-Como tengamos un accidente te echaré la culpa a tí.

Louis se rió y Hope la siguió.
-¿Que quieres que hagamos ahora?
-Me da igual.
-Podemos seguir dando un paseo. Podríamos ir hasta el parque del London Eye. Hay bancos donde sentarse.
-Pues vamos alli.

Louis sonrió. Estaba siendo otra vez una noche sin discusiones. Sin gritos. Y eso le hacía sentir en las nubes.
-Mañana tengo mi segundo combate- susurró Hope.
-¿Si?
-Si. Es contra una chica negra.
-¿La misma que en el primer combate?
-No. Esta tiene más experiencia.
-Seguro que lo harás bien.
-Lo se. Quiero que vengas. Si puedes, claro.

¿Que? ¿La estaba invitando ella a pasar otro rato? Al menos sabía que ella quería pasar tiempo con él.
-Claro. Estaré allí.
-Es a las doce de la noche.
-¿Tan tarde?
-Cuando el gimnasio este cerrado. No te estoy obligando, ¿eh?
-Lo se. Pero quiero ir.

Zayn seguía con Lucía entre sus brazos mientras observaba a su alrededor la gente que estaba en la fiesta. Todos eran chavales de unos diecisiete o dieciocho años que bebían todo lo que podían y bailaban con chicas. La fiesta se iba animando poco a poco gracias a la música.
-¿Conoces a todos?- preguntó Zayn a Lucía casi gritando por el volumen de la música.
-Si. Son de clase- respondió ella.
-Son un poco tontos, ¿no?- cuestionó el moreno al ver que uno acababa de tirar al suelo un vaso a propósito.
-¿Un poco? Demasiado. Sueltame Zayn. Se me estan cansando las piernas.
-No.

Zayn no quería soltarla. Seguramente se iría con otra persona.
-Zayn, me estan empezando a doler los pies. Sueltame y me siento.
-No- repitio.

Pero el moreno no era tan malo como Lucía se pensaba ya que abrió sus piernas para dejarla sentarse entre ellas.
-¿Mejor?
-Si. Gracias.

Lucía le miró y le sonrió. Él tambien sonrió. Después Zayn sacó un cigarro y empezó a fumarselo.
-¿A que hora te vas a casa?- preguntó él.
-A las tres. No creo que la fiesta dure mucho más.
-Si quieres podemos ir tú y yo andando. Le daré las llaves de mi coche a Harry para que lleve a Paula y a Ana a casa.

Lucía dudó. Si aceptaba sabía que después iba a haber algo más que un simple "adios" al llegar a casa.
-Esta bien.
-¿De verdad?

Zayn parecía impresionado cuando explusaba el humo del cigarro por su boca. Lucía se rió de su cara y le quitó el cigarro de los labios para dar una calada.

Niall miraba como su prima hablaba con Paula. Pero una voz le habló.
-Bueno, ¿y que me cuentas?
-Que estoy deseando de que mi prima se canse y se vaya a casa.

Ana se sorprendió.
-¿Y eso?
-No me mal interpretes. Me cae genial, es muy simpática pero no quiero cuidarla. Imaginate si se pierde. Solo sabe decir "Hola". Eso no la ayudaría del todo.

Ana se rió al imaginarse a la chica perdida en una de las calles de la capital diciendo todo el rato "hola".
-Por un momento pensé que era tu novia.
-¿Mi novia?- Niall se rio.
-Como estabais dados de la mano.
-No. Cuando era pequeño e iba a España, siempre ibamos dados de la mano para no perdernos. Y esa costumbre sigué existiendo. Pero a veces me da un calor.

Esta vez se rió Ana.
-Me había parecido extraño. Nunca oí que tuvieras novia.

Niall la miró sonriente.
-¿Has preguntado, acaso?
-No me importa tu vida sentimental.

Niall se volvió a reir y dio un trago a su cerveza. Alquien le dio unos golpecitos en el hombro. Caroline. Se acercó a su oído y le preguntó algo. Niall dijo que si.
-Ahora vengo- le dijo a Ana mientras se levantaba y cogía su cartera. Sacó un billete de veinte libras y se lo dio antes de irse con ella a la calle.
-Ya se va la española- dijo Paula mientras se sentaba en el taburete que había dejado Niall vacio.
-¿Si?

Y Ana estuvo feliz.

La música estaba alta. La gente no paraba de bailar ni de beber. Todos lo hacían. Todos menos Liam y Laura quienes estaban apartados de los invitados y sentados en los taburetes de una mesa alta.
-No hacía falta que me comprases la pulsera- dijo Laura mientras jugaba con la esclava nueva que tenía en la muñeca.
-Es tu cumpleaños. Tenía que comprarte algo.
-En realidad todavia no lo es. Es apartir de las doce de la noche.

Liam se rió.
-Me da igual. Te tenía que comprar algo.

Laura sonrió y miró la pulsera en la que estaba grabado su nombre.
-¿Te ha gustado?
-Me ha encantado- dijo ella mientras sonreía y le miraba.

Liam sonrió también y miró a su alrededor. Todos bailaban.
-¿Quieres ir a bailar?- preguntó él.
-No. No me va mucho.
-Menos mal- dijo Liam-. Bailo como un pato.

Laura comenzó a reirse.

Harry dio un trago a su copa mientras hablaba con una chica cerca de la pista de baile.
-Entonces, ¿eres Mel?- preguntó Harry.
-Si. Y tú Harry.
-Si- Harry sonrió y se acercó a ella- Si quieres podemos hablar mientras bailamos.
-Vale- dijo la chica.

Ambos se fueron a la pista de baile pasando entre la gente. Cuando llegaron empezó a sonar "Dont wake me up" de Chris Brown.
-¡Me encanta esta cancion!- chilló Mel para que el de rizos le oyera.
-Esta muy bien.

Y empezaron a bailar. Le gente empujaba pero se estaba bien. Harry empezó a buscar a los chicos con la mirada para que vieran a la chica con la que estaba bailando pero vio como un chico se estaba acercando a la mesa en la que estaban. Decidió no ir allí. Puede que Brad no estuviera acercandose allí para hablar con Paula. Quiza solo pasaba por allí para ir a otro lado de la discoteca pero no. Harry seguía bailando con la chica mientras observaba como Brad se acercaba a Paula, que estaba hablando con Ana. Las dos pusieron mala cara al ver que Brad les hablaba. Harry vio como el chico dejaba de lado a Ana para quedar enfrente de Paula. Giró su cara para ver si Zayn estaba cerca de allí pero estaba con Lucía en otra mesa hablando. No quería ir. Cada vez que se metía entre Paula y Brad acababa mal. Una vez en el calabozo. Otra vez en una pelea con él. Y Paula se estaba cansando de eso. Pero no vio otra opción.
-Ahora vengo- dijo Harry a Mel.
-¿Que pasa?
-Nada. Solo tengo que ir a resolver un problema.

Y se alejó. Se hacía paso entre la gente para llegar a la mesa donde estaba Brad con Paula. Paula parecía agobiante y Ana estaba intentando que Brad se fuera. Le empujaba y tiraba de su brazo pero parecía que el chico tenía los pies pegados al suelo.
-Paula, en serio. Necesito hablar contigo.
-Fuera- dijo ella.
-Paula...
-Te estoy diciendo que te vayas. No quiero hablar contigo.
-Te ha dicho que te vayas, pesado- dijo Ana.

Brad parecía enfadado y empujó a Ana que por poco se cae. Harry aceleró el paso.
-Vamos a fuera- dijo cuando estaba a su lado.
-No- dijo rotundo Brad al ver al de rizos.
-Te he dicho que fuera- insistió Harry.
-¡Harry! ¡Puedo apañarmelas sola!- se quejó Paula.

Pero ella sabía que no.
-Vamos a fuera- repitió.
-He dicho que no.
-¡Que he dicho que vamos a fuera!- chilló mientras cogía de la camiseta al chico para empujarle hacía la salida.

Nadie se dio cuenta de la escena. Había mucha gente y estaban casi todos borrachos o a sus cosas. Cuando salieron del local, Harry le empujó.
-¡Quiero hablar con Paula!
-¡Yo no quiero que hables con ella!

Le volvió a empujar.
-¿Que pasa? ¿Eres su novio?
-No. Pero soy alguien que te pegará hasta que no la dejes en paz.
-Solo quiero hablar con ella.
-Ella tampoco quiere.
-Pero...
-Te diré algo, niño de papa- dijo Harry al ver el polo de marca que llevaba el chico puesto-. Como no la dejes en paz me haré cargo de que te denuncie. Estoy seguro que a tus padres eso no le hará ninguna gracia.
-¿Que pasa?- preguntó Niall, que estaba volviendo al local.

Los dos chicos miraron al rubio y Brad se alejó de Harry. Este le miró.
-¿Lo has entendido?

Brad afirmó con la cabeza y empezó a alejarse de la entrada de la discoteca.
-Vamos a dentro.

Harry le hizo caso y entraron. Se acercaron a la mesa donde Paula miraba con odio a Harry.
-He vuelto- dijo Niall.
-Ya veo. ¿Tu prima?- preguntó Ana. No le gustaba esa chica.
-Estaba cansada. Hemos llamado a un taxi y la he enviado a casa.

Ana sonrió. ¡Bien! ¡La rubia se había ido!
-Que pena- mintió la chica.

Niall se rió. Se había dado cuenta del sarcasmo de la chica.
-¿Que te pasa, principita?
-¿A mi? Nada. ¿Que me iba a pasar?
-No se. Te noto rara.
-No estoy rara. Solo...

Ana iba a decir algo pero la voz de una chica la interrumpió. Estaba subida a la barra del bar.
-¡Chicos! ¡Chicas! ¡Ya son las doce! Ya es, oficialmente, el cumpleaños de Laura. Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz- empezó a cantar haciendo que los invitados la siguieran.

Todos cantaban haciendo que Laura se pusiera roja de la vergüenza y Liam, al ver esto, se rio y la acercó a su pecho donde Laura intentó ocultar la cara.
-¡Bien!- chilló la chica de la barra.

Otros chicos empezaron a cuchichear cerca de ellos y uno, que parecía el lider del grupo, empezó a chillar.
-¡Que se besen! ¡Que se besen! ¡Que se besen!

Ahora Liam tambien estaba pasando vergüenza. Todo el mundo había empezado a seguir al chico. Incluso llegó a ver a Zayn gritándolo también. "Cabron" pensó. Laura no podía. No. ¡Que embarazoso!
-¡Que se besen! ¡Que se besen!- seguían chillando.

Liam hizo que Laura apartase su cara de su pecho y la miró a los ojos. Después fue acercando su cara a la de Laura y la dio un leve beso en los labios. Luego vino otro más largo.
-¡Oooohhhh!

Todo el mundo les miraba. Laura giró la cabeza después del beso y vio como Lucía aplaudía.

25.


Hope se preparaba para salir de casa. Louis le había enviado un mensaje al móvil y estaría allí en poco tiempo. Se había puesto unos pitillos vaqueros y una camiseta. Suspiró mientras se ponía el bolso. Salió de su cuarto tras observar que en el pasillo no estaba su padre. Sonrió y bajó corriendo las escaleras.
-¿A donde vas?- preguntó una voz cuando Hope iba a abrir la puerta de la casa para salir.

Hope se detuvo ante la voz de Tom. Se giró con miedo. Sus manos temblaban. Las tuvo que esconder metiendolas en los bolsillos.
-A dar una vuelta.
-¿Con quien?
-Adios, papa. Me voy. Me quedó en casa de Paula a dormir- dijo Ana mientras bajaba las escaleras.
-Con Ana.
-¿Tu tambien vas a la fiesta, Hope?
-Si.
-¿Y a dormir a casa de Paula Smith?
-No. Yo volveré después de la fiesta.
-Esta bien- dijo su padre poco convencido.

Ana miraba la escena con curiosidad. Ella no sabía que su hermana iba a la fiesta de Laura. Sonrió.
-¿Vamos?- preguntó.
-Si. Vamos.

Las dos hermanas Marshall salieron de la casa bajo la mirada de Tom quien se sentó en el sofá después de que cerrasen la puerta.
-No sabia que ibas a la fiesta.
-Y no voy.
-Pero...

Salieron del jardín y Ana vio un coche esperando en la acera.
-Me voy con Louis.

Y Ana lo comprendió todo. Hope había mentido. Pero, ¿por que? ¿No se odiaban los dos? Hope si sabía la respuesta. Le gustaba los deportes peligrosos. Practicaba boxeo. ¿Por que no mentir a su padre sobre ese tema? La adrenalina corria por su cuerpo cada vez que lo hacía.
Hope se acercó al coche y habló con Louis durante un minuto. Luego sonrió y miró a su hermana.
-Sube. Te llevamos a la fiesta.

Ana obedeció y se montó en la parte de atrás.
-Hola, Louis.
-Hola, Ana. ¿Vas a la fiesta de Laura?
-Si. Dio invitaciones a Lucía para Paula y para mí.
-¿Lucía va al final?- preguntó Louis mientras veía como Hope se ponía el cinturón de seguridad en el asiento del copiloto.
-Si. ¿Zayn?

Louis soltó una risa divertida.
-También.

Ana se rió junto a él. ¿Que iba a pasar esa noche entre ellos? Iba a ser divertido ser testigo de eso.

Paula y Lucía esperaban en la puerta de la discoteca a la otra chica mientras que la mayor de las hermanas se fumaba un cigarro que había pedido a un chico.
-¿Y crees que entre Liam y la otra chica va a ocurrir algo?- preguntó Paula.

Lucía expulsó el humo del tabaco mientras movía la cabeza.
-Se gustan mutuamente. Esta claro que va a ocurrir algo.
-Yo a ella no la conozco.
-Si la conoces. Es la chica que tiene dos padres gays.
-Ah... La conozco de vista.
-Es muy maja.
-Me lo imaginaba- dijo Paula mientras que miraba a su hermana-. Dame unas caladas.

Lucía miró mal a su hermana. Desde hacía un tiempo, Paula le pedía tabaco a ella. Fumaba poco y llevaba tiempo sin hacerlo haciendo creer a Lucía que lo había dejado.
-Sabes que no deberías- dijo Lucía mientras le cedía el cigarro.
-Ni tú- Paula dio un tiro al cigarro y lo expulsó- pero lo haces.

Lucía puso una mueca de duda en su cara pero finalmente la quitó. Su hermana tenía razón.
-Por ahí vienen los chicos- dijo Paula señalando un lado de la acera-. Y viene Zayn.

Lucía miró mal a su hermana al ver que le empezaba a dar codazos. Venían Liam, Harry, Zayn y Niall agarrado de la mano de una chica rubia.
-Vaya, veo que al final has venido. Sabía que no aguantarías la noche sin verme.

A Lucía no le hizo falta girar la cara para ver que era Zayn quien había hablado.
-Tienes razón, Zayn. Tenía que verte esta noche- dijo Lucía. No quería discutir en ese momento-. Hola, chicos.
-Hola- contestaron los demás.
-Lucía, Paula. Ella es Carolina- dijo Niall mientras señalaba a la chica rubia que le acompañaba.
-Hola. ¿Que tal?- dijo Paula mientras se acercaba a darla dos besos.
-Eh... Bien- dijo con un acento español marcado.
-Es española- dijo Niall-. No tiene ni idea de inglés.
-En ese caso...- dijo Paula de nuevo.

Y empezó a hablar con la chica en español. Sus padres habían enviado a Lucía y a Paula varios veranos a España para que aprendiesen la lengua. Al poco tiempo, Paula ya sabía que la chica era de Marbella, que tenía dieciocho años y que su madre era la tía de Niall.
-¿Tú tambien sabes hablar tan bien español?- preguntó Carolina a Lucía otra vez con su acento.

Y Lucía se metió en la conversación. Niall quedó impresionado junto a los demás.
-¡Eh! ¡Es Louis!- dijo Harry de pronto mientras se alejaba del grupo para ir a un coche.

Ana se bajó de él sonriente pero la sonrisa se le fue cuando vio al rubio dado de la mano con la otra chica. Había notado un pinchazo en toda la tripa. Harry, que había dejado de hablar con Louis para que se fueran se dio cuenta.
-¿Estas bien?

Ana puso una sonrisa falsa en su cara.
-Si. Tranquilo- despues se rió para ser más convincente.

Los dos se acercaron al grupo donde recibio una calurosa bienvenida por parte de Lucía y Paula.
-Te estábamos esperando.
-Lo se. Ha habido un pequeño contratiempo con mi hermana.
-Ana, te presento a Carolina- dijo Niall sonriente mientras señalaba a la chica-. Es mi prima.

Y Ana se relajó. Eran solo primos. Pero, ¿por que le estaba importando eso a Ana? Volvió a sonreir.
-Hola, Carolina. Encantada de conocerte.
-Eh... ¿Que?

Ana se sorprendió.
-Es española. No entiende nada- aclaró Liam.
-¡Ey! ¿Vienes sin regalo?- dijo Lucía mirandole mal-. Tio, ¿como vienes sin regalo?
-Si tengo regalo.
-Ah ¿Si?

Liam sonrió mientras sacaba una cajita envuelta en papel charol de color dorado de uno de sus bolsillos.
-Dejamelo ver.
-Esta envuelto. No.

Lucía le volvió a mirar.
-Encima que te ayudo con ella.
-Luego lo ves. ¿Y tu regalo?
-Mi regalo eres tú- dijo ella mientras se acercaba a él y le cogía del brazo-. Vamos a buscar a Laura.

Los demás se rieron por ese gesto y les siguieron hasta la entrada donde un hombre pidió las invitaciones y les dejó pasar.
-¿Donde estará?- se preguntó Liam.
-Espera que preguntamos.

Lucía se acercó a un grupo de jóvenes que tenían ya una copa en la mano.
-Perdón, ¿sabeis donde esta Laura?
-Si- dijo un chico rubio que señaló una parte del bar-. Esta allí.
-Muchas gracias.

Y se volvieron a alejar. Se fueron acercando hasta el lugar donde Laura estaba hablando con una chica. Giró la cabeza y vio a los dos chicos.
-Luego hablamos, cielo- dijo antes de alejarse y saltar a los brazos de Lucía- ¡Al final has venido!
-Si. Me habías invitado así que...
-Hola- susurró Liam.
-Hola- contestó Laura.

Ambos se pusieron rojos.
-¡Oh! ¡Pero que cucos!- dijo sin vergüenza Lucía-. Por cierto. Él es mi regalo de cumpleaños. Puedes hacerle lo que quieras durante toda la noche- Lucía se separó de Liam y movió a Laura para que se pusiera a su lado.

Los dos se rieron mientras se seguían poníendo más rojos. Lucía se volvió a reir.
-Ahora en serio. No hemos tenido tiempo así que ya iremos un día de compras.
-No hace falta.
-Si. Si hace falta. Ahora es el momento del regalo de Liam. No me ha querido decir que era. ¿Te lo puedes creer?
-No hacía falta que me comprases nada- dijo Laura.
-Tonterías- susurró el chico mientras sacaba la cajita del bolsillo.
-Yo digo que es un anillo de compromiso- bromeó Lucía.

Lucía notó como se ponían, por tercera vez, rojos.
-No. Aún no- susurró Liam.

-Vaya fiesta más aburrida- dijo Zayn mientras venía de la barra con una copa-. No hay música.
-Tio, espera un poco- dijo Niall mientras tiraba de su prima, quien hablaba con Paula-. Acaba de empezar. La gente esta llegando.
-Eres un impaciente- dijo Harry mientras se reía.
-No. Es verdad.

Ana se acercó.
-Falta música- dijo mientras se sentaba en un taburete de la mesa.
-¿Lo veis?- dijo el moreno-. Es que cuando tengo razón tengo razón.

Ana se rió mientras se sentaba con su vaso en la mano. Dio un sorbo. Miró a Niall.
-Que maja tu prima- dijo falsamente pero nadie se dio cuenta.
-Si. Es muy simpática. Mira como habla con Paula.

Ana miró a su amiga. Paula parecía reirse con la rubia.
-¿De que estan hablando?- preguntó Harry.

Niall giró la cabeza y escuchó la conversación.
-De España.

Niall dio un trago a su cerveza y luego dijo algo a su prima, quien le soltó de la mano.
-Me estaba dando un calor...- dijo el irlandes mientras se reía.

Ana sonrió. Esta vez de forma sincera. ¿Por que le importaba que Niall estuviera dado de la mano de otra chica?
Lucía vino y sonrió.
-Me encantan Liam y Laura. Son super cucos- dijo ella sonriendo.
-Son super cucos- imitó Zayn con voz chillona.

Todos se rieron. Lucía le miró mal.
-No te enfades, ninfómana.
-No me llames así.
-¿Y si quiero?- desafió Zayn.
-Hay muchas chicas por aquí. ¿Por que no vas a por una? Puede que consigas llevartela a casa. Diles que eres el jefe de una empresa. Haré de becaria otra vez. Pero a mi dejame en paz.

Harry, Niall y Ana soltaron un "oh" largo para crear ambiente de pelea haciendo que Paula y la prima de Niall se girasen para enterarse.
-Ven aquí- dijo Zayn.
-No quiero.
-Ve, tonta- dijo Ana mientras la empujaba.
-Que no- repitió Lucía.

Zayn la trajo a él y la rodeó con sus brazos. Lucía intentaba escapar pero, ¿realmente quería salir de entre sus brazos? Lucía paró de resistirse. Ya le daba igual todo.
La música empezó a sonar en el local y empezaron a gritar.