lunes, 9 de septiembre de 2013

38.

Louis miraba a Harry divertido mientras este intentaba parecer distraido. Louis sonreía al ver que el de rizos estaba enfrente de la television intentando enterarse del programa que estaba viendo. Pero Harry solo se rascaba la cabeza y suspiraba. De vez en cuando tambien cambiaba de canal pero el nuevo programa que veía no le tranquilizaba para nada tampoco. 
Louis le daba de vez en cuando agua y Harry se la aceptaba sin rechistar. No tenía sed pero esos pocos segundos que tomaba para beber los utilizaba bien. Dejaba la mente en blanco para no pensar en el problema que había creado y para procurar no atragantarse. 
Louis soltó una carcajada cuando le vio rascarse la nuca por octava vez en tres minutos.
-¿Te parece divertido?- preguntó Harry molesto.
-Si- soltó Louis pero al ver la cara de su amigo y compañero de piso se puso serio-. ¿Que va a pasar? Fue solo un beso.
-Con Paula.

Harry expuló un largo suspiro y rascó de nuevo su cabeza.
-No me acuerdo de nada- dijo.
-Normal. Te bebiste hasta el agua de los jarrones- dijo Louis.
-¿Seguro que la besé?
-Seguro.

Harry parpadeó intentando asimilarlo. ¿Por qué la besó? No tenía ningún sentido. 
Movio la cabeza en forma de negación. Pero ¿a que negaba? ¿A que le gustaba Paula o a que iba a dejar ese tema de lado? Ni él lo sabía.

-¡Abrid la puerta!- chillaba Hope desde la cama.

Silencio. Todos la ignoraban. Y sonó el timbre por segunda vez.
-¿Quereis abrir?- volvió a chillar.

Hope bostezó mientras se volvía a arropar con la manta de su cama. Quería volverse a dormir. Pero el desagradable "ding dong" del timbre lo impedía.
-¿Pero que pasa con esa puerta?- chilló cabreada mientras se quitaba las mantas de encima y salía de su cuarto.

Bajó las escaleras y fue hacia la puerta donde vio un post-it pegado. 
"Hope, papa y yo nos hemos ido a la compra. Ana se ha ido con Paula Smith. Te quiere, mamá". 

Hope suspiró pero reaccionó cuando sonó, por cuarta vez, el timbre. Hope extendió la mano hasta el pomo de la puerta y lo giró para abrirla. Cuando vio al visitante quisó no haber abierto la puerta. O al menos vestida con el pijama y con el pelo desordenado.
-Buenos días, Hope- susurró el hombre.
-Profesor Edward- susurró ella avergonzada.
-¿Me invitas a pasar?

Hope asintió y se apartó para que su ya ex profesor pasase al interior de la casa. 
-¿Puedo sentarme?- preguntó él.

Hope se sorprendió. ¿Que hacía él allí? Seguro que no pasaba por algo. Quizá quería hablar. Y, si le pedía asiento, seguro que iba a ser una conversacion larga.
-¿Quiere una taza de té o de café?- preguntó Hope.
-Café, por favor.

Hope fue a la cocina y sonrió al ver la cafetera. La cogió, vio si había café en el interior y la puso sobre una bandeja junto otras tazas y azúcar.
-¿A que se debe esta visita?- preguntó Hope otra vez.

Edward se sirvió café en una taza y se echó azúcar.
-Me ha llegado un aviso de que vas a dejar la universidad.

Hope se mordió el labio. Seguro que le iba a agradecer por dejar una carrera para la que no servía.
-¿Que motivos tienes? ¿Son asuntos personales o se va a otra?
-Asuntos personales- respondió.
-¿Es tan grave para como para dejarlo todo? Si son problemas económicos puedes pedir una beca. Sus notas en el instituto fueron brillantes. No tendría problema.
-No es por el dinero. Y no, tampoco me cambio de universidad.
-¿Entonces?
-Practico boxeo y me han ofrecido entrar a en un torneo que durará desde este fin de semana hasta pasadas navidades. 
-¿Te gustaba tu carrera?- preguntó el profesor.

Hope suspiró. ¿A donde quería llegar?
-Si.
-Te propongo un trato.

Hope le miró sorprendida.
-Cuando termine el campeonato podrás incorporarte de nuevo al curso. Ya he hablado con la direccion y...
-No creo que la universidad sea mi lugar. 
-Eres mi mejor alumna, Hope. Claro que es tu lugar.
-¿Su mejor alumna?

Edward miró a la chica y asintió.
-La mejor en años- el señor apartó la mirada como si hubiera dicho aalgo que no debía-.He hablado con la direccion de la universidad y les he convencido de que puedas volver en un tiempo.
-Pero...
-Me tengo que ir- dijo Edward mientras dejaba la taza de café sobre la bandeja y se levantaba-. Ha sido un placer hablar contigo, Hope. Espero que tengas en cuenta la propuesta.
-La tendré en cuenta- susurró Hope nerviosa y desconcertada-. Ha sido un placer verle.

Hope le abrió la puerta.
-Digo lo mismo- le contestó el señor son media sonrisa en la boca y salió de la casa.

-Necesito que digas algo- susurró Zayn-. Algo. Aunque sea un monosilabo. Pero dime algo.

Lucía no quitaba la vista de su hermano. No quería mirar a Zayn. Sus palabras le habían aturdido un poco y su silencio le había permitido fantasear sobre cómo sería tener una relacion con el moreno. 
-¿Tienes un cigarro?

Zayn suspiró y le tendió un cigarro y el mechero. Lucía se le encendió sin que su hermano la viera.
-Entonces ¿dices que dejaras la vida de puton por mi?- preguntó ella.

Zayn suspiró. ¿Puton? ¿Esa era la idea que tenía Lucía de él?
-Si.
-Me lo tendrás que demostrar.

Zayn suspiró y miró a la chica.
-¿Como quieres que te lo demuestre?
-Demuestramelo siendo un "no puton".

Zayn soltó una carcajada pero al ver la seriedad del rostro de Lucía paró. 
-Vale. Rechazaré a todas las mujeres que no sean tú.

Lucía sonrió y tiró el cigarro para levantarse.
-¡Gonzalo! ¡Nos vamos!- chilló Lucía.

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